El Mundo, domingo 06.09.2020 – Las cámaras termográficas se consolidan como la opción más práctica para medir la temperatura en centros de enseñanza y empresas. El uso de apps móviles ayuda a gestionar el transporte escolar.
Es la vuelta a clase más complicada de las últimas décadas. El reto de garantizar un regreso seguro a las aulas para miles de estudiantes obligará a los centros a invertir en tecnología que les ‘blinde’ contra la covid-19: cámaras termográficas, soluciones de videoconferencia y software que ayude a profesores y tutores a gestionar el día a día con los alumnos. En conjunto, una factura que podría llegar a los 8.000 euros anuales según las necesidades de cada colegio.