Los ‘wearables‘ son esos objetos cotidianos que llevamos encima (gafas, pulseras, relojes… ) que se han «computerizado» y han añadido múltiples funciones propias de ordenadores, smartphones y otros dispositivos electrónicos.
Todavía parece que falta algo de tiempo para que veamos estos objetos por la calle, pero ya conocemos muchas de las posibilidades que nos ofrecerán y podemos anticipar un cambio sustancial a la hora de estar conectados y emplear la tecnología.
Las Google Glass o los iWatch permitirán en el futuro desde consultar el correo hasta utilizar un gps para orientarte de forma más práctica, las funcionalidades de estos dispositivos tratan de potenciar un nuevo concepto de experiencia de usuario que sea más adaptable, accesible y usable.
El mercado todavía está en plena fase de desarrollo, y casi todos los productos solo han sido vistos en ferias y eventos de tecnología. No obstante, se calcula que este negocio podrá mover en el futuro hasta 6.000 millones durante los próximos 3 años. Los grandes de la tecnología como Google, Apple o Sony ya están trabajando para tener pronto sus wearable y su impacto se prevé realmente importante.
Aunque el concepto parezca exagerado o futurista, es ya casi parte del presente.
¿Cómo utilizaremos los ‘wearables’?
La gran duda que surge a casi todos los usuarios es: ¿Y para qué sirven estos aparatos? La respuesta depende del aparato al que hagamos referencia. Se han ideado desde relojes inteligentes que caben en una uña hasta pequeños dispositivos que detectan wifi libre automáticamente o cámaras wearable que registran cada momento de tu vida.
La tendencia es que cada uno de estos aparatos tenga funciones concretas, las cuales podremos controlar o gestionar desde nuestro smartphone, que actuaría como la «puerta de enlace» de todos ellos.
Los wearables supondrán también un cambio en la conectividad, ya que al multiplicar nuestros dispositivos y las funcionalidades de los mismos requeriremos de mejores conexiones. Es aquí donde seguramente entrará el 4G, que mejorará sus posibilidades sobre todo en el contenido audiovisual.
Y además, no solo contaremos con los objetos wearables para interactuar, sino que el auge de Internet de las Cosas nos hará conectarnos con todo nuestro alrededor, desde el frigorífico hasta la puerta de casa. En definitiva, la tecnología estará todavía más cerca de nosotros ofreciéndonos cada vez más y mejores funcionalidades.